
Es la diosa griega del amor, la belleza, el deseo y la lujuria. Su marido es Hefesto, aunque le es infiel con Ares. Es en realidad una titánide ya que nació de la sangre de Urano al mezclarse con el agua del mar cuando Cronos lo cortó en pedazos. Su contraparte romana es Venus.
Sus símbolos son un magnífico corsé de oro (el más importante), que hace que cualquier mujer que lo lleve resulte absolutamente irresistible, la manzana, la rosa y la anémona, la lechuga, las perlas, la paloma, el gorrión, el cisne, el delfín, la liebre y el ganso, el espejo y la concha de vieira.
Como diosa de la belleza, su verdadera apariencia es desconocida, pues se aparece ante los demás según lo que ellos deseen ver.
Es la diosa más antigua de todos y es muy poderosa, superando a muchos otros dioses. Como diosa del amor, tiene el control absoluto y la autoridad divina sobre el amor y el deseo. Puede despertar amor y pasión en los demás, tanto en los mortales como en los dioses. Las únicas diosas que tienen inmunidad parcial a Afrodita son Artemisa, Atenea y Hestia. Cuando está enfurecida puede generar explosiones de energía de amor rosa, que son lo suficientemente destructivas como para destruir instantáneamente el techo de su palacio y dejarlo en escombros. Puede generar y convertir cosas en flores y puede flotar en una nube. También puede lanzar maldiciones relacionadas con la belleza y su voz tiene un efecto fascinante, capaz de influir en las emociones de los demás y hacer que estos hagan lo que les ordene. Habla con fluidez el francés, ya que es el lenguaje del amor. Como la diosa del amor y la belleza, es la personificación de todo deseo y satisfacción y por lo tanto tiene plena autoridad sobre ello. Posee la capacidad de deformar la realidad haciendo que objetos inanimados cobren vida, conjurar cosas de la nada y crear ilusiones ópticas. Tiene un alto nivel de control sobre los animales, particularmente la paloma.
Es astuta, coqueta y seductora y puede llegar a ser muy temperamental, aunque a la vez es dulce, cariñosa y apasionada, con una fuerte fe en el amor. A parte, es bastante desleal con su marido Hefesto, al que engaña en numerosas ocasiones, siendo Ares la aventura más destacada. Por lo general es muy benevolente y suave con aquellos a los que favorece y se preocupa profundamente por sus hijos, así como también por los padres mortales de estos. Sin embargo, muestra profundo rencor y castiga severamente a los que le faltan el respeto o a los que tienen nociones «pervertidas» del amor. Siendo la representación del amor, normalmente considerado uno de los sentimientos humanos más poderosos, Afrodita tiene una gran percepción de las emociones mortales, así como de la naturaleza mortal por extensión. Es casi imposible estar en desacuerdo con ella. También tiene un buen carácter y es alegre, viendo el lado positivo de la mayoría de las situaciones, si no todas. A pesar de su lado oscuro, también puede ser gentil y amable incluso con aquellos que inicialmente la ofenden y provocan su ira.
