Ares


Es el dios griego de la guerra, la violencia, la confusión y la ira, hijo de Zeus y Hera. Su contraparte romana es Marte.

Sus símbolos son escudo y lanza manchados de sangre, sus animales sagrados el jabalí, el buitre, las aves de Estinfalia y la serpiente venenosa. También tiene su propia fortaleza de hierro sombría en las montañas de Tracia, donde guarda sus numerosos botines de guerra.

Normalmente usa vaqueros negros, botas de combate, un abrigo de cuero y camisa con un chaleco a prueba de balas (que es su escudo disfrazado) y un collar con un candado de hierro. Lleva gafas de sol rojas para cubrir sus cuencas vacías en llamas, y tiene las mejillas llenas de cicatrices y un peinado al estilo militar. Monta una gran motocicleta Harley Davidson negra con patrones de llamas y un asiento de cuero hecho de piel humana. En realidad es su carro de guerra en una versión moderna, en su forma original es dorado y rojo, tirado por cuatro caballos que escupen fuego.

Es un dios extremadamente poderoso, como dios de la guerra, es extremadamente hábil luchando, siendo un oponente muy formidable en batalla, tanto en combate armado como sin armas, parece tener un sexto sentido con respecto a la trayectoria de los asaltos en el fragor del combate. Posee unas grandes habilidades de rastreo y una fuerza física inmensa. También es un experto en todo el uso de las armas y tiene control mágico sobre ellas y además puede llamar a los soldados muertos que hayan perdido en cualquier guerra.

Es distante, cruel, impetuoso, orgulloso, violento y se enfada fácilmente. Parece que lo único que le preocupa es luchar y matar. Es un gran estratega, pero su temperamento y su arrogancia le llevan a centrarse solamente en la fuerza bruta y a subestimar a sus oponentes, lo que les permite sacar ventaja sobre él. Desprecia ser llamado cobarde y está dispuesto a buscar peleas con la gente sin ninguna razón aparente, cree que cualquier problema puede resolverse a través de la lucha y alienta a la rebelión y la violencia por encima de todo. Pero a pesar de su difícil personalidad, tiene una debilidad por sus amantes e hijos y los protege por encima de todo, aunque puede llegar a ser un padre muy estricto con ellos.