Hipnos

Es el dios griego del sueño, hijo de Nix, diosa de la noche y Érebo, dios de la oscuridad y la niebla. Su hermano gemelo es Tánatos. Su contraparte romana es Somnus.

Su palacio es una cueva oscura donde el sol nunca brilla y está ubicada cerca del río Lete. En su entrada crecen hermosas amapolas rojas y otras plantas hipnóticas.

Como no ha aparecido todavía en los libros, su descripción física no se puede saber con certeza. Sin embargo, al ser el hermano gemelo de Tánatos, se presume que tiene la misma piel cobriza, pelo negro, ojos dorados y alas púrpuras/azules. No se sabe si tiene el mismo tamaño físico y la musculatura de su hermano, aunque, como se dice que es bastante perezoso, es probable que sea de menor tamaño.

A pesar de ser un dios menor y de su pereza, puede llegar a ser muy poderoso si la situación lo requiere. Como dios del sueño, tiene la autoridad divina sobre este y su poder le permite inducir el sueño, visiones e incluso manipular los sueños de una manera muy similar a la de su hijo Morfeo, pero mucho más potente. También puede crear ilusiones. Tiene la capacidad de cambiar su apariencia por cualquier cosa que se le ocurra y puede volar ya sea levitando o con sus alas.

Está muy lejos de ser el dios más responsable y honorable que existe. Él mismo admitió que no hace nada más que dormir y no desempeña ningún papel importante desde la Segunda Guerra Olímpica, dando a entender que es un dios perezoso (quizás el más perezoso de todos). También es bastante cobarde, teniendo en cuenta como corrió a los brazos de su madre Nix para evitar la ira de Zeus. Cuando era joven, usaba su poder de una forma muy inmadura poniendo a la gente a dormir en momentos serios e importantes, muy a pesar de los otros dioses.